Uso de cal hidráulica natural para la consolidación de piedra

Presentamos a continuación parte de los trabajos de restauración llevados a cabo en la Torre Bofilla de Bétera (Valencia). Una construcción andalusí-mudéjar de la segunda mitad del siglo XII que forma parte de la Alquería Bofilla.

La rehabilitación de la Torre Bofilla en el año 2009 (dentro del Plan E) tuvo varias actuaciones, entre ellas la de consolidación y microrejuntado de los elementos pétreos deteriorados.

De no ser por los trabajos de restauración, la torre se habría derrumbado con el tiempo ya que una grieta afectaba gravemente su estructura. Gracias a la intervención, este yacimiento árabe fue posteriormente declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Dirección General de Patrimonio Cultural.


Localizada en el término municipal de Bétera, a 14 km. de la ciudad de Valencia, la Alquería Bofilla estuvo habitada entre los siglos XI y XIV. Las fuentes conocidas de la época andalusí no hablan nunca de la alquería de Bofilla. Solo es conocida documentalmente a partir de la conquista cristiana en el siglo XIII. El topónimo Bofilla nos indica su origen cláramente islámico ya que deriva del nombre Bahila (tribu árabe).

Las intervenciones arqueológicas realizadas hasta el momento han sacado a la luz numerosas estructuras que permiten establecer un esquema en cuanto a la organización espacial de la Alquería. Se trata, no de un simple caserío, sino de un recinto de más de 2 hectáreas en las que se pueden distinguir dos grandes bloques: el defensivo y el de hábitat (lugar del que se han recuperado estructuras de casas, calles, pozos o baños).

En cuanto a la torre, ésta conserva su altura original de 16 metros y medio. Su base es cuadrada con 6 metros de lado. El grosor del tapial va decreciendo a medida que se eleva (de 1,40 metros en la base decrece a los 0,30 metros en el punto más alto).

En su interior, la torre tenía 4 plantas con forjados de madera (ya reconstruidos). La torre tenía como función principal la vigilancia y control del territorio. Desde ella se establecía la comunicación con otras alquerías y castillos de la comarca de L'Horta Nord, usando señales de humo durante el día y hogueras por la noche.






La primera excavación arqueológica en este lugar se remonta a 1969 y fue dirigida por los franceses P. Guichard, A. Bazzana y B. Dumas. La segunda fase se desarrolló en 1972 bajo la responsabilidad de los mismos investigadores. A partir de 1981 y hasta 1991, se realizó la segunda fase de investigación de campo bajo la dirección del profesor de la Universidad de Valencia D. Pedro López Elum, culminando en 1994 con la publicación de una extensa monografía titulada La Alquería islámica en Valencia, Estudio arqueológico de Bofilla siglos XI y XIV.

La tercera fase de investigación se desarrolló en los años 2009 y 2010 centrando los trabajos en la torre. El proyecto de restauración dirigido en esta fase por los arquitectos Fernando Vegas y Camila Mileto, obtuvo el premio Outstanding Earthen Architecture in Urope 2011 (Arquitectura en barro sobresaliente en Europa); un premio que pertenece al proyecto Terra (In)cognita -proyecto europeo perteneciente al programa Cultura 2007-2013-. La Torre Bofilla, presentada a concurso por Camila Mileto y Fernando Vegas, compitió con otros 41 edificios, obteniendo finalmente un premio que conlleva el reconocimiento europeo a su notable restauración. En 2011 también, recibió la Medalla de Oro en los Premios Domus. Las intervenciones arqueológicas realizadas en esta fase fueron dirigidas de forma colegiada por los arqueólogos Anna Lorena Ruiz Soriano y Josep Maria Burriel Alberich. Las empresas adjudicatarias de la restauración fueron la UTE formada por el grupo de ingeniería civil especializado FREYSSINET S.A. y el grupo constructor BLAUVERD S.L.


Actuación sobre los elementos pétreos
Los trabajos referenciados a continuación fueron llevados a cabo por la empresa restauradora ANTIQUE CONSERVACION Y RESTAURACION S.L.


La consolidación de la piedra fue realizada por el método de inyección a baja presión, mediante la aplicación de Limepor IZ8: una mezcla de inyectado constituida por cal hidráulica natural NHL, puzolanas y rellenador carbonatado seleccionado con granulometría fina.


Para el microrejuntado de las piedras se utilizó Limepor MT/F, un mortero listo al uso compuesto de cal hídráulica natural NHL con puzolana natural añadida y áridos silíceos de granulometría de 1 mm. de espesor. El mortero fue aplicado con herramientas manuales con el fin de interferir lo mínimo posible en la construcción histórica.


Dada su gran importancia en la comarca, este conjunto histórico ha sido una de las visitas programadas imprescindibles para los asistentes al primer Congreso Kimia Center en la Península Ibérica, celebrado durante este mes de septiembre.

Agradecemos desde aquí al arqueólogo Josep Burriel por habernos documentado ampliamente sobre la historia de este conjunto histórico.

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